miércoles, 27 de agosto de 2008

CON LAS AMIGAS LLEGARON Y SE LOS LLEVARON

Le gustaba al abuelo hacer diálogos.
Porque los diálogos se hacen, con palabras que son anzuelitos de otras, con gestos y con sonrisas.
Locuacidad no barata, diálogo. Expresión de ideas y sentires que estimulan la respuesta. Realimento del pensamiento, más si era con sus nietos.
Sentado, con ese gesto de cortés atención que lo caracterizaba para con los otros. Gesto que no encuentro en muchos interlocutores, seguro les falta la cortesía. Largo sería hablar de las costumbres de las cortes.
-“Si vienen un día, en el ómnibus, con una chicas. Unas amiguitas de Córdoba. Encontrarán a la Cacha con la escoba en el jardín. Apenas toquen el timbre y saluden, ella muy enojada les dirá: ¡Que amiguitas. No las quiero! Tendrán que salir corriendo cuesta abajo y volverse a llevar las niñas porque la abuela no las quiere, antes de que las corra a escobazos”.
Muy serios los nietos. Parece que el tema femenino preocupa a la parte varonil de la especie humana desde pequeños. Escasos tres años. ¿Quién lo diría?
Tono enfático, muy bien expresado, con claridad. Mariano dice:
“No Tatata no es así. La Cacha no lo corrió al papi”
Gran algarabía de los dos abuelos. Confirmación de que sus niñitos del alma eran unos genios.
Henchida su almita buena de legítimo orgullo, la aludida perseguidora de amigas espetó:
-“Se dieron cuenta que ellos entienden quienes son los parientes de sangre y quienes vinieron después.”
Una vez más esa hermosa dupla de abuelos que sabían conversar lograba que sus nietos pensaran y lo expresaran.

martes, 26 de agosto de 2008

CUANDO ABRO LOS OJOS

Cuando abro los ojos miro, espío la luz de la ventana que da al jardín.
Por el color de esa luz ya anticipo la textura de la mañana.
Dios mío que lindo rosado en mi montaña!
Sonrisa divina, brisa tenue, trinitos pequeños, susurros de alitas.
Despierten gatitas!
Salgan de sus almohadones, laven sus caritas, espíen por la puerta el patio trasero, decídanse a desayunar en el platito blanco debajo del ciruelo.
Yo pondré el acopio de vitaminas, fibras y calcios en mi bandeja para ir a mi escritorio y prender mi ventanita al mundo. Electrónica ayuda allí encuentro los rostros amados sonrientes, en pose para mi.
Sirvo el aroma caliente del potaje apenas dulce pero muy energizante. Sorbito a sorbito entre frutos secos y merenguitos, pondré otro palo bien seco en la salamandrita petiza, la bata me alcanza escasamente, en el cuello un pañuelo regalo de Titu.
Saludo a mi Negrito, holass. Ya el mundo me importa poco. Me dirá holi s gordita. Le tiro un beso y le cuento como está este paraíso.
El me dirá de sus logros y de sus buenos momentos. No me mentirá?
Escrutando su foto me daré cuenta, es que puedo adivinar como esta su vida y si es feliz.
Si hay buen clima y todo está en calma podré escribir y leer en paz.
Si hace mucho frío, llueve o hay disturbios en la ciudad donde viven ya otra angustia se instala en este nidito.
Tengo las velitas listas para ser mediadoras de oraciones viejas y de rezos nuevos, para que mi Dios como en una burbuja proteja a mis pichones. Mi Michi se levanta temprano y viaja mucho para poder llegar a ese lugar donde lo esperan sus alumnos. Bendito sea.

viernes, 22 de agosto de 2008

RECUERDOS DE MI ABUELA, DOÑA MANUELA CASTRO DE DIAZ

Muchos bebes nacidos hace sesenta años, o más, sintieron como sus manos los recibían de este lado de la vida, luego de haber abandonado el refugio seguro del vientre materno.
Trance feíto, poco seguro. Y si el niñito venía de nalgas?
De ceño fruncido Doña Manuela volvía a su casa de las canteras.
Mandaba buscar al abuelo y pedía “unos peones”, dos por lo menos. Con voluntad y sombrero en mano la acompañaban. Había que mantear a la parturienta.
¡Mantearla!. ¡Pobre!
Hasta que el niño se acomode en el vientre de su madre.
Más de un brioso joven participando de esa primitiva ceremonia, entre la vida y la muerte, habrá metido en su conciencia no andar sembrando hijos sin tomar recaudos.
Ese nuevo ser le ponía un gesto tan tierno a Doña Manuela.
Lo higienizaba como si fuera de ella. Casi era un bautizo el agüita hervida en esas toscas pavas. Ella los encomendaba a Nuestro Dios, como llamaba a su única deidad en nombre del cual hacía todas las cosas de su activa vida.
Y si esa pobre madre no tenía leche? ¡ Nuestro Dios proveerá!
Seguro que la vecina del camino a Vaquerías podrá compartir sus senos repletos . Su niñito nacido ayer, también con Su bendición, tendrá un hermanito de leche.
Al más chico de sus muchachos, mi tío, amigo de sacarle un camión al padre
para pasear muchachas o visitar señoras le dará el encargo.
-“Que en el horario que la amamantadora diga le lleves al bebito”.
Tomará esa leche hasta que su madre recupere el vigor suficiente.
¿Y si no brota el maná divino? Tendrá que tomar la leche de una cabrita joven que para eso la cuida especialmente Doña Manuela.
Niños que serán una bendición para sus familias. Algunas criollas con arraigo serrano, prosapia larga y muy conocida. Otras extranjeras. Todas muy prolíficas.
Los hijitos que Dios mandara. A ese pensamiento adhería Doña Manuela, dándole la mano a un morocho padre que no hablaba bien la castilla y hacía sonar las b en lugar de p.
- “Las campanas de la iglesia, escúchenlas bien, dicen dan... den...” Ese era el mandato de su religión.

lunes, 18 de agosto de 2008

SIEMPRE TE ESPERO

Desde un día que me enteré que llegarías a mi vida te espero.
Soñando tu rostro.
Te imaginaba morocho, con ojitos celestes.
Es que sabiendo no quería saber. Los ojitos oscuros son dominantes.
No es fácil que saques los de tu abuela paterna.
Te esperé tejiendo, bordando, rezando.
¿En que época arcaica estaba viviendo?
La misma de todas las madres que aman a quien están esperando.
Primero acudiendo al Señor que da la vida. Para conseguir de El que llegues sano, lindo, pleno.
¡Igual que hoy!
También rezo y también pido. Lo mismo que esos días.
Ya no bordo batitas minúsculas, ni baberos con puntillas que tejía tu abuela Lita.
Plancho tus camisas impecables. Preparo pócimas de salud... las llamo sopas.
Miro tu foto en la pantalla de esta máquina que hace magia.
¡Qué lindo estás!
El mediodía se aproxima, ojalá que llegues pronto. Ansío compartir la comida contigo.
Que Dios cuide ese transporte que te trae Michi mío.

EL ULTIMO PAJARITO

El último pajarito

Recordando me emociono.
Las pequeñas historias que llenaban el imaginario de la infancia como esa de los pajaritos. Pero, como provenientes del amor paterno siempre traían una enseñanza, un mensaje ejemplificador. Eran casi una parábola.
Escuché y casi no me di cuenta. Esa subconciencia seguro que la hicieron permanente en mi vida como una idea fuerte.
Sabes que los pajaritos que no tienen un color definido, especial, maravilloso, único, son los más bellos?
Sabes que los que no fueron dotados por cualidades relumbrantes casi siempre tienen muchas, que sutilmente pueden ser más ricas?
Esa impresión me ha servido en la vida de educadora para tratar de lograr pensamientos positivos y no discriminatorios.
Será muy fácil que admiremos y consideremos a los espectaculares colores. A los que demuestran sus aptitudes con brillantés.
Deberemos recordar que otros tienen muchísimas cualidades puestas por pinceladas. Una diferente de la otra. Con un valor enorme.
Estos pensamientos nos permiten a los que tenemos el eros pedagógico buscar las aptitudes más ocultas de nuestros alumnos.

jueves, 14 de agosto de 2008

LOS PAJARITOS AMIGOS

En realidad titulo así porque es un deseo del alma.
Como me gustaría que ellos me tuvieran como su preferida.
Ojalá siempre me visiten , como los niños, trayendo sus trinos y esa especie de magia.
Será la fragilidad?
O lo difícil que es poder contemplarlos sin que se asusten y raudamente se vuelen?
Será el buen humor que parece notarse en los juegos de competencia por la comidita que, como señuelo pongo al lado de la fuentecita?
Puede ser que he escuchado muchas historias de pajaritos porque mis padres los amaban también.
Mi madre recordaba siempre la poesía de Lugones que aprendió en su segundo grado de la escuelita serrana. Es verdad que es atrevido y familiero, siempre en parejita y chuicheando.
Pero acá en mi patio se reúnen una gran variedad algunos todo el año. Otros en algunas temporadas. Todos muy bellos.
Ella también me contó que Dios pintaba un día los pajaritos con mucha dedicación. Los hizo para embellecer su creación.
Así pintó de un negro reluciente a mi zorzal. Lo sopló con dulzura y el pajarito cantó estiró sus alitas y se perdió en el cielo que ya era azul.
Poco a poco fue poniendo los colores más maravillosos a sus aladitas creaciones. El canario con garganta de flauta del color del sol. Un verde, pura clorofila, para el lorito charlatán y comedor de frutas robadas.
La sonrisa Divina acompañaba cada vuelo.
( Esa puede ser la respuesta a mi pregunta sobre por que me gustan tanto lo pajaritos. )
Pero... Me parece que al Creador el entusiasmo lo ganó.
Parece que el entusiasmo es una cualidad divina. Y se quedó sin color para el último pichoncito. Allí estaba esperando con su feo color de barro, aun no respiraba pero esperaba.
El pincel entonces recorrió el fondo de cada recipiente de color. Unas plumitas amarillas, otras verdes, un copete rojito, las puntas de las alas azulitas, mezcladito en el pecho hizo marrón. La Mirada lo aprobó y cuando lo sopló en un susurro le dijo:
-El más bonito.
Por eso hay pajaritos que tienen mil colores y no aparecen casi nunca. Son los más bellos.

martes, 12 de agosto de 2008

OLOR A PRIMAVERA

Al manzanito japonés
No le caben más flores
Con ese color provocativo
De boquitas pintadas
Para pecar.

A su lado, el ciruelo
Que juntó copitos,
Perfumados y suaves
En corolitas.
En ramitas largas
Y ramitas cortas.....

Para soltármelas,
Con la excusa del viento,
Cuando paso distraída,
Y sola,
En una nevadita
Leve, leve.

Hay, que competencia
De belleza!!!!!!

Los pensamientos
Asoman sus caritas
Amarillas, moradas, lilas
Rosadas, blancas, matizadas.
Todos de gasa y seda.
Menos los del frente,
Que viven en cántaro
Y son de un terciopelo
Viejito, finito.


Las glicinas que ponen
Sus lilas en racimo
Buscando tapar, invadir
Esa pared tan alta,
Tan vieja, del fondo.
En ese intento llenan
El aire de perfume.

La competencia es variada.
También el palán-palán
Arma de amarillo y néctar
sus campanitas,
para mis tumuñucos
aleteadores.
Los alentará a quedarse.
A colgar sus niditos
En una rama cercana
Del siempreverde.

Si cierro los ojos,
Lo mismo se,
Que estoy en el paraíso,
Otra vez.

viernes, 8 de agosto de 2008

QUE TIEMPOS TAN LINDOS

Cuando mis niños eran chicos siempre era una fiesta venir a Valle Hermoso. A la casa de los abuelos. A “El ranchito”.
Allí aprovechaban para hacer todo lo que les gustaba. Mañanas, tardes y noches en sucesión de juegos, comilonas, correteadas con primitos, y excesos de mimos.
Un anochecer de regreso de las andanzas por las sierras atravesando algún senderito y juntando flores silvestres multicolores, que se lucían en un florero de cristal antiguo de la Cacha, llegó la hora tan temida. ¡Había de bañarse!
En los inviernos friísimos de las sierras la casita, que era un nido, estaba especialmente cálida en la cocina.
Una cocina de leña, grande y renegrida, emitía un calor parejo y seco. La abuela sugiere que estaba más caliente en la cocina que en el baño. “Báñalos acá, yo traigo una palangana”.
Muy de mala gana aceptaron bañarse.
Ninguno quería ser el primero. Un juego determina la prioridad, ta, te, ti, suerte para mi..... Le toca a mi Negrito. Mejor dicho al Negrito de la Cacha.
El muy disgustado, hecho un trompita. Renegando se quita la ropa y me espeta, casi al borde de la lágrima: “¡Me vas a bañar en esa olla de la Cacha!”.
La hermosa y reluciente palangana que había preparado ella era de una blanquísima loza blanca.
Con mi madre nos sentamos a reírnos. “Pobrecito, nunca vio una palangana enlozada, cree que es una olla”.
La Cacha era la abogada natural de mis niños. Desplegaba toda su sabiduría y ellos siempre tenían razón.
Por eso antes ese Negrito era de ella, así lo bautizó. Yo simplemente lo he heredado.

sábado, 2 de agosto de 2008

PARA PAPA

Quiero escribir algo para vos papá.

Hoy leí, una poesía tan llena de ternuras, de imágenes y de dulzura.
Yo podré?
Quisiera ordenar en mi cabecita febril tantas enseñanzas.
Si hablabas en parábolas. Porque sabías cada secreto de la creación.
Simplemente lo sabías.
Tus ojos sabían mirar, tus manos sabían hacer. Y creías por amor que yo también.
Ojalá supiera tanto!
Yo solo tengo preguntas, preguntas complejas. La vida no me alcanzará para responderlas.
Y ya no estás papá para preguntarte.
Qué es el amor papá?
Miremos acá nomás en tu patio. Veamos a esa parra, atrapada en el laurel. El gran árbol protector, pleno de sombra, pleno de aromas, y de sabores, enorme.
Ella frágil, llena de racimos almibarados. Apretada al laurel.
Salvó su proyecto cuando el granizo castigó con furia. Y el bravo viento sur nunca la alcanza, él la cobija.
Ella fabrica zarcillos verdes y se trepa. El tiene uvas moradas en Marzo.
Papá vos dirías, casi lo escucho. “Eso es el amor”.
Cuidar a los que son débiles. Proteger sus sueños aun poniendo el pecho a las adversidades. Sin dubitar, sin aflojar. Y recibir las ternuras con gran simpleza, ya te las deben.
Cuanto nos amaste papá.

Maa.

viernes, 1 de agosto de 2008

LA PAZ PERFECTA

La paz perfecta



Había una vez un rey que ofreció un gran premio a aquel artista que pudiera captar en una pintura la paz perfecta.
Muchos artistas intentaron. El rey observo y admiró todas las pinturas, pero solamente hubo dos que a él realmente le gustaron y tuvo que escoger entre ellas.
La primera era un lago muy tranquilo. Este lago era un espejo perfecto donde se reflejaban unas plácidas montañas que lo rodeaban. Sobre éstas se encontraba un cielo muy azul con tenues nubes blancas. Todos los que miraron esta pintura pensaron que ésta reflejaba la paz perfecta.
La segunda pintura también tenía montañas. Pero éstas eran escabrosas y descubiertas. Sobre ellas había un cielo furioso del cual caía un impetuoso aguacero con rayos y truenos. Montaña abajo parecía retumbar un espumoso torrente de agua. Todo esto no reflejaba para nada lo pacífico. Pero cuando el rey observó cuidadosamente, miró tras la cascada un delicado arbusto creciendo en una grieta de la roca. En este arbusto se encontraba un nido. Allí, en medio del rugir de la violenta caída de agua, estaba sentado plácidamente un pajarito en el medio de su nido... paz perfecta.
El rey escogió la segunda. Por qué?
"Paz no significa estar en un lugar sin ruidos, sin problemas, sin trabajo duro o sin dolor.
Paz significa que a pesar de estar en medio de todas estas cosas
permanezcamos calmados dentro de nuestro corazón.
Éste es el verdadero significado de la paz.”

MI AMIGUITO NEGRO

Mi amiguito negro

Porque siempre tengo suerte, de mil modos.
Con mis amores que son para estar orgullosos, los más valiosos mis hijos, dos joyas.
Como la romana no necesito usar de abalorios aunque me gusten mucho si voy con ellos todos los ojos me mirarán con envidia.
También tengo un amor que me acompaña desde la más tierna juventud y muchos pequeños amores todos tan dulces y mimosos. Y mis amigos, hermosos.
Pero, últimamente también he incorporado otros afectos que siendo de una escala diferente de la vida me acompañan y me dan afecto.
Tengo un perro... Casi parece mentira en una casa llena de gatas malcriadas. El me ha dado el status de dueña. Hace caso a mis mandatos y cuando no me ve está entristecido. Como lo vuelve loco entonces mi presencia! Y yo que no se como retribuir sus amores. Ahora también tengo un zorzal. Nombrado como “mi zorzal” por mis vecinos. El me busca por los patios y cuando salgo, asentado en una rama muy próxima canta y chuichea hasta que me acerco y lo llamo negrito hermoso. Como brillan sus alas renegridas! Esta tarde tan fría le puse la comidita para pajaritos del campo que le compré, solo para él. Se que la compartirá con sus congéneres lindísimos y cantores.
Ah y no tengo que olvidarme del más grande amor de mi vida, mi padre Dios. El es en realidad el autor de todo y me cuida dándome siempre lo mejor. Gracias.

Maa